Ceremonia de Hikuri / Hikuri Ceremony (Peyote)

La medicina del peyote propicia la depuración de tu cuerpo sanando también la mente y el espíritu ayudándose y guiándose con los cantos de poder que entonan los maracame, y de las danzas que se realizan en el transcurso de la ceremonia.

Para asistir a la ceremonia se debe empezar a preparar el cuerpo evitando el consumo de sal , condimentos , picantes , alcohol, tabaco, y otras plantas sagradas así como no tener relaciones sexuales por lo menos una semana antes.

En la medicina tradicional indígena de algunos pueblos se ha usado como remedio para la diabetes, la neumonía y el cáncer; como analgésico, contra los dolores de muelas, reumatismo o artritis, asma, malestares intestinales, influenza; para facilitar el parto y aumentar el deseo sexual, también para efectos ocasionados por la mordedura de serpiente, picaduras de escorpión y algún otro tipo de envenenamiento.

En psicoterapia se ha utilizado bajo prescripción médica para el tratamiento de la neurastenia. Se ha utilizado también en cardiología . Se ha visto que ejerce un gran poder antibacteriano, siendo capaz de eliminar cepas que se manifestaron resistentes a las penicilinas.

El peyote contiene numerosos alcaloides, entre ellos peyotina, anhalina, anhaloidina, anhalinina, anhalonina, lofoforina, etc., pero el más importante es la mezcalina, que es un poderoso enteógeno.

La molécula de mezcalina es una fenetilamina, relacionada estructuralmente con la noradrenalina y dopamina, por lo que posee fuertes efectos sobre el sistema nervioso autónomo periférico, así como sobre el sistema nervioso central. Probablemente ningún fármaco de este grupo posee una capacidad tan deslumbrante para suscitar visiones, y en especial para producir las más fantásticas mezclas de forma y color. Tras una primera fase de euforia sobreviene un período de serenidad mental y relajación muscular, donde la atención se desvía de estímulos perceptivos para orientarse hacia la introspección y la meditación.

Entre los efectos que produce su ingestión están las visiones, distorsión de las coordenadas espacio-temporales y alteraciones del esquema corporal. Sus efectos varían en función del ánimo del consumidor, sus expectativas y el medio que le rodea, por lo que tradicionalmente se ha destacado la importancia de que el uso de esta droga fuera unido a preparativos muy concienzudos; los efectos podrían resultar impredecibles. Los preparativos y manejo de la toma de esta planta deberían estar a cargo de marakames –chamanes o maestros peyoteros, generalmente de la etnia huichol–, quienes han heredado un conocimiento milenario de su manejo.

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